Introducción
El evangelio de Lucas nos ofrece un relato detallado de los primeros días de vida de Jesús, desde su circuncisión hasta su presentación en el Templo. Estos eventos no solo marcan el cumplimiento de las leyes mosaicas, sino que también revelan profundos significados teológicos y espirituales que han sido objeto de reflexión a lo largo de los siglos. En esta quinta catequesis misionera, exploramos cómo estos momentos cruciales en la vida del Niño Jesús resuenan en la tradición cristiana y continúan inspirando a los fieles. Acompáñanos mientras descubrimos el impacto de la circuncisión y presentación de Jesús en nuestra fe y espiritualidad
UNA ESPADA ATRAVESARÁ TU ALMA. CATEQUESIS MISIONERA (5)
TEXTO ÁUREO: San Lucas, capítulo 2, vs. 21-39.
La Circuncisión y el Nombre de Jesús
REFLEXIONES: Nos cuenta Lucas que “cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar (1) al Niño, Le dieron el Nombre de JESÚS (2), impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno” (vs. 21, texto). La circuncisión del Señor, al octavo día de Su nacimiento, es señal de Su inserción en la descendencia de Abraham, en el Pueblo de la Alianza, de Su sometimiento a La Ley (“Toráh” o Ley de Moisés) (Gá. 4, vs. 4).
La Purificación de María
Después de circuncidado el niño, venía “LA PURIFICACIÓN” de la recién parida que el parto había dejado impura, durante siete días, sea que haya dado a luz hijo o hija. Cumplidos los días de su purificación, ofrecerá en sacrificio un cordero primal (3) en holocausto (4), y un pichón (5) o una tórtola en sacrificio por el pecado. Si no puede ofrecer un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para el sacrificio por el pecado. El sacerdote hará por ella la expiación y será pura (Lv. 12, vs. 1 ss.).
La Presentación de Jesús en el Templo
María cumplió estrictamente la Ley de Moisés que ordenaba que todo varón primogénito debía ser consagrado al Señor; pero, también podía ser “redimido” (Éx. 34, vs. 19-20), por lo que el Niño fue presentado en el Templo, y Le dieron (se refiere a José y María) por Nombre Jesús, tal como lo ordenó el ángel antes de Su concepción virginal en el seno de María.
La Profecía de Simeón
Por revelación, el anciano SIMEÓN sabía que, antes de su muerte, vería al Mesías prometido a Israel. Movido por el Espíritu, vino al Templo. Al entrar José y María con el Niño para cumplir con las prescripciones de la Ley, Simeón tomó al Niño en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo: ”Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a Tu siervo en paz, según Tu Palabra; porque han visto mis ojos Tu salud (“salvación”, o simplemente, al “Salvador”), la que has preparado ante la faz de todos los pueblos; luz para iluminación de las gentes (6) y gloria de Tu Pueblo, Israel” (vs. 25-32, texto).
La Alabanza de Ana
A esta oración de acción de gracias y de adoración al Omnipotente Dios, se unió la profetisa ANA, hija de Fanuel, en aquella misma hora, alabando a Dios, hablando maravillas del Niño, la esperanza de Israel.
José y María: Reflexión y Revelación
José y María estaban maravillados de las cosas que se decían del Niño. Yahvéh Dios les iba descubriendo, poco a poco, el destino de Jesús. Una vez que Simeón devuelve al Niño, fijó sus ojos en esta joven madre, y le descubre un misterio doloroso que llevará consigo toda su vida, porque Su Hijo será mal acogido por Su propio Pueblo (Sn. Jn. 1, vs. 11), y ese dolor lo habrá de sentir Ella hasta la muerte de Su Hijo en la cruz del Calvario, y profetiza: “Puesto está para caída y levantamiento de muchos en Israel y para blanco de contradicción, y UNA ESPADA ATRAVESARÁ TU ALMA para que se descubran los pensamientos de muchos corazones” (vs. 34-35, texto).
Con María, Consuelo de los afligidos, hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espíritu Santo, digamos: AMÉN.
Glosario
- CIRCUNCISIÓN, f. Operación quirúrgica que consiste en seccionar el prepucio; es un rito obligatorio en las religiones judía y mahometana. En Israel se practicaba, A LA BREVEDAD POSIBLE, para que no quedara el niño excluido de la Alianza de Dios y Sus promesas (Gn. 17, vs. 1-10), tipo del BAUTISMO, por el cual fuimos incorporados a la Iglesia, el “PUEBLO DE DIOS”.
- JESÚS. Es la forma castellana de “JECHUÁ” (nombre arameo que significa “YAHVÉH ES SALVACIÓN”), Nombre propio de nuestro Salvador (Isaías, cap. 7, vs. 14; Sn. Mt. 1, vs. 21), al que se le suele añadir, como sobrenombre, la palabra griega “CRISTO”, resultando “JESUCRISTO”. La expresión hebrea es “MESÍAS”, y la latina es “UNGIDO”. El “Ungido” por excelencia, tan esperado por Israel, es tan solo “CRISTO JESÚS”, o lo que es lo mismo: el “MESÍAS” (Is. cap. 61, vs. 1 ss.).
- PRIMAL, de primogénito, ta. Adj. y sust. (latín “primogénitus”). Que ha nacido primero.
- HOLOCAUSTO, m. (del griego “holos”, todo, y “kautós”, quemado). Sacrificio. Los judíos quemaban completamente la víctima en honor de Yahvéh. Abraham consintió en ofrecer a su hijo en holocausto (Gn. 22).
- PICHÓN, m. Pollo de paloma.
- GENTES (latín “gens – géntis”). Reunión de varias personas // NACIÓN: derecho de gentes // Para los judíos las gentes eran los paganos o gentiles, como se deduce de los textos: San Mateo 10, vs. 5; Act. 9, vs. 15); o gentes que no conocen a Dios ni la Ley de Moisés (Sn. Mt. 6, vs. 31-32; Ef. 2, vs. 11-22) // San Pablo fue el Apóstol de las Gentes (o Paganos o Gentiles).
MARAN ATHA (“Marana-Tha”): ¡SEÑOR NUESTRO, VEN! (1ª Co. 16, vs. 22).
MARANATA: ¡NUESTRO SEÑOR VIENE! (Apo. 22, vs. 17. 20).
EMC/emc. A JESÚS POR MARÍA.-
Estamos en el quinto tema de nuestra catequesis misionera, si no has leído los temas anteriores te invito a que visites el tema anterior de Gloria in Excelsis o explores en los temas ordenados de la catequesis misionera que tenemos en nuestro sitio.